viernes, 17 de febrero de 2012

Historia del escaparatismo

La historia de los escaparates es muy antigua. Los mismos establecimientos de tradición milenaria de los zocos en las ciudades musulmanes tienen parte de sus mercancías expuestas en la calle, procurando bien con la variedad o la presencia, detener y atraer al cliente.

La utilización del escaparate, tal como lo entendemos hoy en día, data del siglo XIX. Estrechamente unida a la aparición de los grandes almacenes, Paris y Londres fueron las capitales que vieron nacer el escaparate (los primeros fueron los Au Bon Marché parisinos, seguidos de los Harrod´s londinenses o los Sears o Macy´s americanos) y las revistas de moda.

 

Con el apogeo de la alta costura a principios de siglo y el establecimiento de tallajes estándar y el consiguiente acercamiento de la ropa y la moda a la gente de clase media y baja, la habilidad para disponer los artículos de cara a la calle se convirtió en todo un arte primero y, posteriormente, con el desarrollo de la psicología y el estudio del comportamiento y los hábitos humanos, en una ciencia.

Desde el nacimiento del escaparate, las modas han ido cambiando. Han cambiado los hábitos, el modo de vida, los comercios, los productos que consumimos, los gustos estéticos, etc. Y por tanto los escaparates.

Al comienzo los escaparates eran tan solo una montaña de productos sacados de las estanterías del comercio. Los comercios intentaban demostrar la gran cantidad de artículos que podían ofrecer. Querían dejar claro que en el interior se encontraba el producto buscado. Eran montones de mercancía, agrupados bajo ningún criterio. Los escaparates sofisticados empiezan a implantarse cuando el comercio pasa de la compra por necesidad a compra por impulso.

A medida que fue pasando el tiempo y la competitividad creció, el escaparate fue viéndose más como una técnica publicitaria. El valor estético fue cobrando importancia; había que seducir al público, darle un carácter escenográfico. Los comerciantes fueron valorando este medio de expresión, creando exposiciones más selectas, eligiendo los productos, agrupándolos por semejanzas de utilidad, formas, color.

El punto de inflexión de los escaparates se produce en la década de los 20 cuando aparece el concepto del marketing, según el cual “un escaparate espectacular era esencial para cautivar los corazones, las mentes y los bolsillos de los consumidores” (Steven Heller). Y con la exposición Internacional de las Artes Decorativas en París en 1925 con la aparición de maquinaria adecuada para poder realizar escaparates de grandes dimensiones.

Las lunas de grandes dimensiones ofrecían una mayor visibilidad pero no bastaban para transmitir un aire futurista. Los diseños de las tiendas debían evocar un mundo de ensueño para transformar la vida cotidiana en una experiencia incomparable. Empezó a aplicarse la ingeniería de mercados, que estudiaba como los distintos tipos de clientes respondían a cada estimulo bajo unas condiciones determinadas.

En la historia del escaparate los años 20, 30 y 40 son todo un espectáculo de imaginación.



Los años 50 y 60 sufren los efectos de post guerra. Se realizan escaparates que “hagan soñar”.

En los años 70 el producto es lo más importante, el escaparate es utilizado como el principal vendedor.

En los 80 se produce el boom del merchandising en las grandes superficies comerciales.

En los años 90 se da un paso más, y hace su aparición el minimalismo. En la actualidad el minimalismo está cargado de conceptos alrededor de un único producto y a través del escaparate se incita al cliente a entrar en el mundo que muestra ese único objeto.

1 comentario:

Rober dijo...

Es curioso como cambia el concepto de lo que se puede tener en un escaparate con el paso del tiempo. Fijaos q manera mas original de mostrar el turismo de un país por medio de un escaparate,... http://www.youtube.com/watch?v=7BBs--xj8Go

Buena entrada!!